1. Motor
Probablemente el punto más importante de tu lista de comprobación, el motor es el corazón del coche. Aunque los motores soportan mucho desgaste, su mantenimiento es clave. Lo más fácil de detectar son las fugas. En el motor y alrededor de él circulan muchos fluidos diferentes, pero un coche bien mantenido no debería tener ninguna fuga. Comprueba los bajos del coche para ver si hay señales de aceite en el asfalto, o de lodo en la parte inferior del propio coche. Asegúrate también de abrir el capó y comprobar si hay fugas alrededor del motor, donde podrías detectar fugas de aceite (normalmente de color parduzco), refrigerante o líquido de la caja de cambios. Si ves alguna de estas fugas, pide que te descuenten dinero del precio del coche o que el vendedor lo arregle como parte del trato.
2. Aceite
Comprobar el aceite también debería ser un procedimiento habitual al inspeccionar un coche usado. Asegúrate de que la lectura de la varilla es exacta y de que el aceite tiene la consistencia y el color correctos. De paso, busca cualquier signo de suciedad que cubra los conectores, ya que podría indicar que el vehículo ha tenido un mantenimiento o una revisión deficientes.
3. Caja de cambios y embrague
Una de las principales razones por las que es importante probar un coche usado es que es la única forma de comprobar el estado de la caja de cambios y el embrague. Escucha cualquier sonido extraño al cambiar de marcha -o al acelerar y desacelerar si tu coche tiene transmisión automática-, porque una caja de cambios sana debe engranar las marchas suave y silenciosamente. Si tu coche tiene caja de cambios manual, asegúrate de que el "punto de mordida" del embrague se encuentra en torno a la mitad del recorrido del pedal: no deberías tener que pisar a fondo.
4. Ruedas y neumáticos
Asegúrate de comprobar las cuatro ruedas, además de la rueda de repuesto si el coche tiene una. Una rozadura con un bordillo no es un problema grave, pero las abolladuras o dobleces en la llanta deben señalarse. Los neumáticos no son baratos de reparar, así que asegúrate de que estén en condiciones decentes. No deben tener cortes, rajas ni abultamientos. Un inflado excesivo o insuficiente también desgastará los neumáticos en el centro o en los bordes, así que comprueba también si hay signos de ello.
5. Interior
El estado del interior de un coche usado puede ayudar a determinar si el kilometraje es auténtico. Si un coche muestra menos de 20.000 km en el salpicadero, el interior debería estar como nuevo, así que si no es así, quizá el vendedor esté siendo deshonesto. Comprueba si hay desgaste en la tapicería y algún daño extraño en el salpicadero. Asegúrate también de comprobar el equipamiento -luces, ventanillas, aire acondicionado, etc.- y pide un descuento si necesita reparación.