La historia del primer coche de la historia

Karl Friedrich Benz nació el 25 de noviembre de 1844 en Mühlburg, Alemania. Curiosamente, el padre de Benz era conductor de locomotoras, aunque lamentablemente falleció cuando Karl tenía sólo dos años, por lo que fue criado solo por su madre, Josephine. A pesar de crecer casi en la pobreza, Benz destacó en la escuela y llegó a licenciarse en ingeniería mecánica en la Universidad de Karlsruhe. Desde el principio de su vida profesional, Karl Benz hizo gala de su prodigioso talento con numerosos inventos y, en 1883, cofundó una nueva empresa de producción de máquinas industriales que acabaría convirtiéndose en la cuna del Motorwagen.

El 20 de julio de 1872, Benz se casó con Bertha Ringer, también pionera e ingeniera automovilística. Bertha se convertiría en parte integrante de la historia de éxito de Benz, invirtiendo en el negocio de su futuro marido antes de convertirse en su socia a largo plazo. Tras vender su fundición de hierro y taller mecánico de Mannheim, Karl y Bertha fundaron una nueva empresa que fabricaba máquinas industriales: Benz & Companie Rheinische Gasmotoren-Fabrik, más conocida como Benz & Cie. Fue aquí donde Benz se entregó a su antigua pasión de diseñar un carruaje sin caballos y, junto con los motores estáticos de gas de la empresa, nació el Benz Patent Motorwagen.

Karl Benz terminó la primera versión de su Motorwagen en 1885 y, lo que es más importante, lo patentó el 29 de enero de 1885 como "automóvil propulsado por gas". El primer automóvil de la historia siguió saliendo al mercado en diferentes iteraciones durante los años siguientes, y el Modelo 3 debutó en la Feria Mundial de París de 1889. En 1894, Benz lanzó el Benz Velo, que tenía 4 ruedas y se considera el primer automóvil de producción a gran escala del mundo.

Karl Benz llevaba trabajando en el Motorwagen por partes desde la década de 1870, y finalmente vio la luz a mediados de la década siguiente. Como era de esperar, dado que se trataba del primer coche fabricado, la producción fue increíblemente lenta, al menos para los estándares modernos. Entre 1886 y 1893 Benz fabricó 25 Motorwagens, lo que significaba un ritmo de producción de aproximadamente un automóvil cada 3 meses. Sin embargo, esta lentitud se corrigió con el lanzamiento del Benz Velo en 1894, del que se fabricaron 1.200 unidades.

El Benz Patent Motorwagen fue una obra maestra del diseño innovador. Era un automóvil de tres ruedas con un motor montado en la parte trasera, construido principalmente con tubos de acero y paneles de madera. Las ruedas de radios de acero y los neumáticos de goma fueron diseñados por el propio Benz, y la dirección se controlaba mediante una cremallera dentada que hacía pivotar la rueda delantera. Un sistema de correas proporcionaba una transmisión de una sola velocidad y en la parte trasera se utilizaban muelles elípticos con una transmisión por cadena y un eje de vigas a ambos lados del vehículo.

Puede que Karn Benz patentara su Motorwagen, pero en 1886 prácticamente no había acceso a combustible en Mannheim. Al tener que pensar por su cuenta, el equipo de Benz & Cie recurrió instintivamente a la cruda gasolina de lavado que solía encontrarse en las farmacias, ¡convirtiendo a éstas en la improbable primera gasolinera de la historia! Cabe señalar que el primer Motorwagen no llevaba depósito de combustible, pero se introdujo en los modelos 2 y 3.

Sorprendentemente, el precio del Motorwagen era increíblemente asequible. Teniendo en cuenta lo sofisticado y laborioso que era el automóvil, un precio de 600 marcos de oro alemanes era una auténtica ganga: equivalía a 150 $ en 1886 o 4.500 $ en 2021. Para dar algo de contexto, el precio más bajo jamás alcanzado por el Ford Modelo T, considerado generalmente como el primer automóvil asequible, fue de 260 $ en 1925, durante el auge del proceso de montaje, lo que equivale a algo menos de 4.000 $ en dinero de hoy.

A todas luces, el Motorwagen de Patente Benz fue un éxito rotundo y propició la expansión de Benz & Cie. El negocio de Karl y Bertha creció exponencialmente, llegando a tener 430 empleados a finales del siglo XIX, lo que le convirtió en el mayor fabricante de automóviles del mundo. La producción seguía una trayectoria ascendente, y sólo en 1899 Benz & Cie fabricó la impresionante cifra de 572 unidades. El Motorwagen allanó el camino a otros modelos de éxito, como el Benz Velo de cuatro ruedas y la motocicleta Hildebrand-Wolfmuller. El resto, como suele decirse, es historia.